El estadio San Siro, en Milán, en donde juegan sus partidos el AC Milan y el Inter en la Serie A italiana y que fue escenario del negativo debut del seleccionado argentino en el mundial de Italia 1990, no podrá ser demolido debido a que fue declarado "de interés cultural", según señaló la prensa europea.

En ese sentido, la Comisión Regional del Patrimonio Cultural de Lombardía decidió que el mítico estadio de San Siro no puede demolerse y lo explicó a través de un comunicado: "La comisión decidió por unanimidad que el segundo nivel del estadio San Siro constituye un interés cultural".

Durante esa reunión, también se hizo referencia a los "archivos expuestos" en la tribuna Oeste del estadio, que recuerdan los éxitos nacionales e internacionales del Inter y del AC Milan.

En consecuencia, concluye la comisión del patrimonio cultural que fue solicitada por la municipalidad de Milán, propietaria del estadio, "San Siro no puede ser demolido".

La destrucción de San Siro, con nombre oficial Giuseppe-Meazza y apodado "la Scala del Calcio", estaba prevista en el proyecto inicial del nuevo estadio que quieren construir de manera conjunta y no alejado del lugar el Inter y Milán.

San Siro, catedral de hormigón con 80.000 asientos construida en 1926 ya no alcanza las necesidades de los clubes pese a su modernización para el Mundial 1990 y los dos equipos lombardos trabajan en un proyecto de un estadio de 60.000 personas de aforo rodeado por instalaciones deportivas, comerciales y de ocio que debería inaugurarse en 2027.

El seleccionado argentino tiene un mal recuerdo de ese estadio ya que llegó como campeón mundial, con Diego Maradona y debutó en la Copa del Mundo de Italia 1990, perdiendo ante Camerún por 1 a 0, el 8 de junio con un gol de Francois Oman-Biyik a los 67 minutos.