Arabia Saudita se bajó de la candidatura al Mundial 2030 y ya se lo confirmó a Egipto y Grecia, los otros dos países con los que conformaba el trinomio pensando en la organización de la Copa del Mundo.

Si bien en los últimos meses Arabia comenzó a apostar por el crecimiento de la liga saudí a través de la contratación de grandes figuras, como Cristiano Ronaldo, como el primero en sumarse, y Karim Benzema, uno de los fichajes de este mercado, para lograr notoriedad de cara al compromiso mundialista, en las últimas horas decidió declinar su participación.

El ministro de Exteriores saudí, Faisal bin Farhan Al Saud, se contactó con sus pares de Grecia y Egipto para comunicarles oficialmente la decisión. El motivo principal de la baja es que consideran que corren con desventaja en distintos aspectos con los rivales que también buscan organizar el compromiso de 2030, principalmente con el trabajo que se viene realizando en España y sostienen que esa fecha es “el año de Europa”. 

Saudíes, griegos y egipcios no optarán por realizar el Mundial 2030 y, a falta de que puedan centrar sus esfuerzos para la cita de 2034, allanan el camino para fortalecer la candidatura española, junto a lusos y marroquíes, señaló la agencia francesa AFP.

Por otro lado, las candidaturas de Sudamérica compuesta por Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay y la Europea/Africana, de España, Portugal y Marruecos, continúan firmes en el proceso de selección.

En 2030 se cumplirán cien años del primer Mundial organizado por FIFA y celebrado en Uruguay. Si bien en los medios españoles señalan que la candidatura que contiene a los países europeos y el africano tiene una ventaja, también remarcan el "alcance" de Claudio Tapia, quien logró, a contrarreloj, organizar el Mundial Sub-20 que FIFA le quitó a Indonesia.

El proyecto ganador será confirmado por FIFA en septiembre de 2024.